eltenca

Que vas a engordalí muchú con tantú bihcochu, aluegú no vas a sel capá de pelseguil las perdicí por esí Araya, aunque con las fieras que tienis, te tocará pocú,  hay  que cualsí algú que ya tenemú una eda, menus ma, que ahora bien la pesca y no hay que correli, sino ya veriamu los suori que mos entrán.

Un saludo

Visca el barsa, visca el barsa, pero  haber si puéi sel de los dos ojus de los que se kei vizcú y corra la misma suertí quel madrí, ahora toítu los madridista semú del Sevilla y olé.  Aupa Sevilla

Gracias majete, por tanta generosidad, pos ya llevú unus pocu de añu sin jincali el dientí a una ranina de esas que pueblan esus pozus, me tengu que confolma con las de carrefour, no tienin naita que vel unas con otras, pero esas de pai las teneis mu pelseguia, y cuandu yo llegú no quean más que las chiquininas, gracias majete y tenmí al reguardú anguna chalquina pai.

Echalí la uña a las rana, pues con un tomatinú estan mu rica. un saludo majo.

Hola amigos, esta anécdota que a continuación  escribo ocurrio hace ya entre 20 y 25 años aproximadamente, no me acuerdo con exactitud y ocurrio así.

     Fue en la charca de las albujeras, una tarde del mes de Agosto, estabamos toda la familia, mí tio, mí tia, mis padres, mí hermaninu y yo. Estabamos pescando  en el jornú darriba, tenia bastante agua la charca y con algo de grama por la orilla, «estaba estupenda para la pesca a la zorraina, pues mí tio esa tarde se llevo las torcia». Yo hacia cambios de continú pues cada vez que me cambiaba sacaba  una ó dos. Estando yo puesto pa la peña el balcú, veo que mi tio y mí padre estaban sacando algunas tencas, y halla que fuí yo, mé puese entremedias de los dos, y no hago nada más echar la caña, allí junto a la grama, veo como la veleta se desplaza lentamente hacia la derecha.»una pica solivianta a tapón corriu» tiro, y cual fué mí sorpresa al ver aparecer en el anzuelo de mí caña una culebra de agua. «chica bicha». Yo nosé sí me daba más miedo o asco, pues cuando me acercaba a ella para intentar desengancharla, hacia un ruido como «bisss bisss», todavia me entrán escalorfrios cuando lo recuerdo menos mal que estaba allí mí padre, que sin reparo ninguno coge la culebra y la desengancha del anzuelo, sí llegó ha esta solo dejo hasta la caña. y esto fué todo, espero que os halla gustado y que os animeís a mandar vuestras anécdotas tambien, yo más adelante ya escribire otra pués tengo bastantes.

un saludo amigos.

El ke no sus dais cuenta que esa afotú, esta gecha en Milán.