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Villa Perdida, Cuento dedicado a alkonetara.org

Os contaré un cuento; una parte de él me ha sido contada y otra, la más reciente vivida; siempre claro bajo mi punto de vista, seguro que otros tendrán otro, ¡pero ese cuento que lo cuente “Calleja”!

Hace muchos años había unos pobladores que se asentaban en una zona rica en recursos naturales, agua, pesca, buenas vegas para el cultivo, bien comunicada…; pero sus habitantes y heredades eran masacrados, constantemente destruidos; según dicen estaba en un paso de camino importante. Eran tiempos en lo que todo se dirimía a base de pedradas, espada, hachas, floretes…. Todo ello porque aún no se habían inventado las mesas donde poder sentarse a dialogar.

Los pobladores de aquella zona –aun no existían categorías administrativas locales- cansados de ser los chivos expiatorios de todo los que querían ganarse un sitio o el simple hecho de cruzar una frontera natural (nuestro Tajo) decidieron hacer mudanza.

Buscaron un lugar más resguardado y cobijado para que los que pasaran no los viesen, así se dieron por perdido.

La nueva Villa, le diremos que Perdida, estuvo un tiempo en mano de unos señores; estos llenaban sus arcas con los tributos que obligaban a pagar a todos aquellos que pasaban por aquella zona de paso que dejaron abandonada.

Bajo la protección del señorío, la villa vivió época de esplendor, fundamentalmente cultural, promovida por la clase señorial y la religiosa. En cambio el pueblo vivía a expensa de las migajas y el trabajo que realizaban para los hidalgos y clérigos. Sus tierras eran más yermas que las vegas a las que habían renunciado.

Las distintas órdenes religiosas surtían de clérigos, músicos, organistas; no solo la provincia, algunos incluso hicieron las Américas. Los hijosdalgos garrovillanos hacían patria allende nuestras fronteras.

Con la retirada de los nobles de la villa, el pueblo quedó al pairo de la suerte de sus vecinos.

Nada significante entraba y salía, todo era monotonía, sus pobladores vivían de los pocos recursos que podían ordeñar de sus tierras semi-infecundas, y las “güebras” que le proporcionaban entre dos o tres latifundistas.

En la Villa Perdida nunca hubo desesperanza, siempre se esperaba algún cambio a mejor.

Cuando España comienza a ser horadada por carriles de hierro, los vieron pasar a lo lejos. Los otros caminos, los de pasta negra, crecían paralelos a los anteriores, también había que hacer intención de ir a ellos si querías correr por encima.

Algún tiempo después una cosa sí la hizo ser primigenia. La Villa Perdida tuvo el privilegio de tener agua corriente pública por sus calles y plazuelas cuando no era algo muy habitual. Por mor del destino, aquello de lo que los villanos estaban orgullosos, pasó a ser objetivo de la lluvia metálica, las fuentes se secaron.

Los hados quisieron que durante un tiempo la población se multiplicara como consecuencia de una decisión dedocrática; sus calles se atiborraron de vecinos de ida y vuelta. A causa de, aquellas vegas que habían sido su asiento primitivo y sin lugar a duda la más productivas quedaron anegadas por “siempre jamás”. Cuando vio su fin el motivo que la superpobló, la Villa Perdida quedó más perdida si cabía. Sus pobladores los nativos y los adquiridos salieron en desbandadas como alma que lleva el diablo. Con la estampida se fueron perdiendo tradiciones, los campos se convirtieron en eriales, alguna feria que la hacía popular pasó al olvido hasta el punto de su desaparición, ni los sonajeros acompañaban los cantos de los quintos, se entró en un sopor casi mortecino.

Pero como siempre intentó resurgir de sus cenizas. En este caso un grupo jóvenes la volvieron a poner en  candelero. Se creó la revista local ALKONETAR, pionera y espejo en la que se miraron un buen número de publicaciones locales, teniendo entre uno de sus fines el informar a la diáspora. Aquel movimiento cultural espontáneo y sin mecenazgo encontró no pocas dificultades, era época de lucha. Paralelo a la revista surgieron Festivales de Verano, actos culturales, se proyectaban películas -lo que hoy se llama Cine Fórum-, conferencias…; un grupo de música folk apareció y volvió a tomar el nombre de ALKONETARA FOLK.

Con la llegada de los medios informáticos, esta época floreciente de cultura y a consecuencia de cambio generacional vuelve a perder la actividad que había tenido.

Es ya en 2001, quiero recordar, cuando vuelve a aparecer, en este caso en las pantallas de aquellos aventureros que teníamos ordenador personal (PCs) la palabra ALKONETARA, (sin querer otra vez nuestros orígenes), en este caso venía como iniciativa particular, no conozco los objetivos que se plantearon sus creadores, pero hay que reconocer que una parte importante del éxito de esta iniciativa ha sido la publicación de las fotografías que en su día hiciera un tal Wifredo López, más conocido como Uvi.

Desde aquella fecha de 2001, por estos días de diciembre, hasta la situación actual de la página, ha cambiado sustancialmente. Ha tenido época de masiva participación, otras más convulsas por aquello de hacer política, hay quienes se han ido apartando de colaborar en ella, pienso que por no saber aguantar puntos de vistas diferentes, han participado muy buenas plumas, perdón, teclas en este caso, otros, sus comentarios la hacían más localista, en la actualidad tiene un elenco de colaboradores que conociendo cada uno su parcela, forman un equipo, a mi parecer excelente, -luego cada cual tendrá su opinión-. Posiblemente habrá quien la vea con cierto cariz político, pero aquí han colaborado aquellos que cuando no le gusta como calienta el sol, se ponen a buscar otras sombras.  A mí personalmente me gustaba leer a gente que me enseñaba como se hablaba en mi pueblo, quien criticaba lo criticable, quien daba documentos para general conocimiento, y un largo etcétera que han hecho de esta página una visita obligada de todo quien sea o se sienta garrovillano, y por qué no decirlo “alkonetense” o “alkoneteño”.

¡Que me gustaría que volvieran algunos que sé que leen y no participan!, ¡pues sí! Pero para eso está la libertad.

En fin que yo quería hacer una loa a ALKONETARA.ORG y como casi siempre, bueno casi no, siempre, me he pasado. Desear que siga funcionando con sus picos de asistencia y colaboradores, pero una cosa está clara, las últimas encuestas que se han puesto en marcha dicen el sentir de quien la visita. Si tuviera que apoyarme en algo para revalidar esto último, lo haría en un mensaje que publicó una tal Lady L el 3 de los corrientes; perdón por lo de “tal”, pero como defiendo el derecho a escribir bajo seudónimo, siempre que se respeten las formas, y no tengo el gusto de conocerlo/a, de ahí el tratamiento, en nada peyorativo.

Julio Saavedra Gutiérrez

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