Me alegro mucho del tono conciliador del último escrito de Kupi al que paso a responder en la misma línea. No faltaba más.
Soy persona joven y visceral y, tal vez, peco de desmesura en la forma de debatir. De ahí las disculpas previas ante la consciencia de que el estado de cabreo que me embargaba no iba a permitirme mantener un tono moderado en mi escrito. Por otro lado, intento ser honesto, y creo que todos deberíamos ser conscientes de que el momento actual no está para andarse con circunloquios, eufemismos, ni medias tintas. Creo, sinceramente, que al publicar la nómina de E. Aguirre, incurrías en una falta de ecuanimidad, y mi única intención era señalarlo.
Sabes, Kupi, y si no lo sabes te lo digo yo, que soy persona poco rencorosa. No me duelen prendas, y este pequeño incidente en modo alguno afectará a nuestra amistad más allá de la mala intención que tú le supongas. Yo te aseguro que no había ninguna. Dicho lo cual, por supuesto que estoy y estaré siempre dispuesto a tomar «las once» con Kupi y con nuestros amigos comunes, así como a seguir con nuestras mutuas visitas «botelloneras» a pesar de que, al ser un hombre de familia, la asistencia a «reuniones sociales» como las de El Rollu no puedan continuar con la asiduidad que nos gustaría.
En estas condiciones, y entre tú y yo, podríamos continuar este y muchos otros debates. Puedes contestarme si quieres. Lo leeré, pero no regresaré a este contraste de pareceres. Al menos por aquí. No porque esté molesto contigo, ni porque no esté dispuesto a defender todo lo que he escrito hasta ahora. Suscribo todo lo que he plasmado en esta página. De la A a la Z, y desde el primer día.
Ahora bien, a lo que no estoy dispuesto es a aguantar insultos, calumnias y navajazos barriobajeros procedentes de ciertas moscas cojoneras que se introducen en los debates, no para aportar una opinión argumentada en el sentido que consideren oportuno, sino para jalear la bronca, como el populacho romano que animaba a los gladiadores esclavos mientras se despellejaban en la arena del Circo. Mi piel no es tejido indefenso sobre el que los escorpiones puedan clavar sus aguijones.
He recibido dos ataques directos y traicioneros, pues no otro nombre que cobardía reciben los ataques que se realizan por la espalda. Sin dar la cara. Golpes bajos de aquellos que olvidan el sabio dicho que reza: «no ofende quien quiere, sino quien puede». No conozco a los que los han proferido y, a pesar de que tengo que realizar esfuerzos importantes para refrenar mis manos sobre el teclado, no voy a descender al nivel de contestar en los términos injuriosos que ellos han utilizado contra mí. Simplemente me gustaría señalar, para quien pueda leer este hilo, que ninguno de los dos, ni en este ni en otros hilos de debate, han mostrado la entereza de entrar a debatir conmigo, a diferencia de otros como EVO, como MI, como Perry, o como el propio Kupi, con los que he discutido desde el respeto y a los cuales, a pesar de nuestras diferencias, aprecio como gente intelectualmente honrada. Mirad: las «morales de pacotilla» son sencillas de desmontar en caso de ser tales. Pues bien, ni para eso habéis servido hasta ahora.
No quiero continuar, así pues, lo dicho: mis respetos al amigo Kupi y al resto de personas de buena voluntad que, como yo, visitan Alkonetara para aprender, para sentirse unidos a Garrovillas desde la distancia, para hablar y debatir con los paisanos, y no para excretar bilis y mala leche.
Un saludo.
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