Hay que reconocer que lo del Sr. Martín es de cacique de país bananero; pero más grave aún es lo de la persona que podía haber sido designada diputada que aún a sabiendas de la jugarreta o de la putada, más bien diría yo, sigue sumisa a las ordenes del gurú de la secta sin haberlo mandado a tomar por……..saco.
Porque si tenía que haber sido mujer, por lo de la paridad, y además concejala, pues blanco y en botella, podemos ponerle nombre.
Mirado por otra parte, una persona, del género tonto diría yo, que claudica y no tiene el suficiente carácter para cantarle las cuarenta al alcalde ¿hubiera hecho algo de provecho por el pueblo?………Pues eso.
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