Señores oigan mi encanto
De lo que voy a explicar,
Entre cuatro compañeros
Vengo a decir la verdad.
El día de Jesucristo
Tres amigos muy de veras,
Salieron de cacería
Por San Antón y la albufera.
Al llegar a la butrera,
Hizo un alto en el camino,
Sintieron cantar los tordos
Cada uno con su trino.
En la cogolla de un árbol
Cientos de tordos había,
Cada uno, con su trino
Formaban una algarabía.
El Cavo con su escopeta
Un tiro, les disparo,
De ciento y cientos que había
Tan, solo uno mato.
Atravesamos las charcas
Por caminos y veredas,
Vimos a Quintín Hormiga
Que nos llamaba de veras.
¿a dónde van los amigos?
De tan buena amistad,
Si queréis acompañarme
Yo se donde está aplasta.
El Cura tan deseoso
De su escopeta estrenar
Acepto con alegría
Deseando disparar.
Llegamos al sitio señalado
Con sigilo y con cautela
Le hicimos bien el cuadro
Y el Cura en su aposento.
Dispuesto a disparar
Dicho tiro le pego,
Quedo la pobre postrada
La liebre no se movió.
El Parra fue hacia EL,
A ver el gran resultado,
El Cura quedo suspenso
Por la quinta que le han dado.
Que el señor QUINTIN HORMIGA
El séneca del invento
Una piel llena de paja
Puso en aquel aposento.
Así pago la quintada
El buen Cura del casino,
Que a los amigos le hace
Beber agua en vez de vino.
Así paso este día
De tan buena amistad,
Que no se toma rencor
Cuando se da la quintá.
T.P.V.
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