Estos días que estamos de descanso del Mundial de Brasil, en las tertulias santas de casa Bar-tolomé hemos hablado de todo, e incluso nos han permitido poner la 2, me refiero a la cadena de TV, que como sabéis aquí arriba solo nos permiten ver 13tv y ahora los partidos. Antes también nos ponían alguna que otra “corrida”, de toros claro, pero como ya eso parece que no vende, pues nada; además Antón Abad se quejo, no en vano es el patrón de los animales; referente a cuernos solo nos permiten ver los encierros de San Fermín, y eso porque a este compi le interesa promocionarse de cara a los próximos día; ahora es entrar el último cornúpeta por la puerta de la plaza y ya están cortando la imagen y nos ponen una imagen fija de la Plaza de San Pedro de Roma con el siguiente subtítulo: “esto sí que es una plaza”. Todo es debido a que un año se les olvidó cortar la conexión con la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona y no podéis imaginar la que se “armó” aquí arriba, había algunos compañeros que se querían bajar a la fiesta, que si vaya domingas, que si el calimocho está muy rico, que si los desayunos son estupendo; otros proponían alquilar un balcón para el año que viene…, así que desde aquel momento solo se permite bajar a Fermín, y eso porque tiene que andar con el capotillo echando una mano a los pastores y recortadores. En fin que para esos días ya os diré como está la cosa de los morlacos.
Ahora lo que os quería contar es que como he dicho arriba, después del programa de los documentales de la 2, Antón Abad nos daba una pequeña conferencia sobre el asunto del día; y un día nos habló de los parásitos y las rémoras. De los primeros no me enteré mucho porque como era la hora de la siesta, normalmente me quedo babeando un poco en el sillón, pero lo de las rémoras sí que me enteré, veréis, os contaré.
Las rémoras (y rémoros que diría la otra) son unos peces que pertenecen al grupo de los Echeneidae, -valiente tontería acabo de poner a quien le importará eso- y que según la Biología Marina, esa que estudió San Antón cuando era joven, son animales que se adhieren a otros más grandes y más fuertes que ellos, que además se aprovechan para que les transportes y les “guíen” en su camino a lo largo de la vida, hay otras versiones que dicen que incluso comen a costa de sus benefactores; Abad nos dio bastante más explicaciones, pero a mí enseguida se me va el pensamiento a otras cosas, y pensé: pues algo parecido pasa con quienes usan un benefactor en las redes sociales para poner comentarios y sobre todo con cierto tinte sesgado e interesado, aprovechándose de que la visita a estos perfiles es más a menudo y que donde solamente debería haber información oficial se ponen todo tipo de comentario fuera de lugar. Ahora eso sí, luego entras en sus perfiles personales y algunos no los actualizan desde que se dieron de alta.
Conclusión, tienen pocos criterios propios, están supeditados a otro u otros, se aprovechan de información privilegiada…y no sé cuantas cosas más.
No sé si me habré aprendido bien la lección de mi amigo Antón Abad, ¡y es que luego nos la pregunta!, pero ésta es la conclusión que he sacado de lo de las rémoras.
Ya que estamos con eso de los animales y a la espera de las fotos de los astados, que se lidiaran al estilo tradicional, por mi onomástica; pondré esta mi parrafada en el hilo que creó “Asturianu”, quien sigue esperando a que se hagan públicas. Y es que nos tenían mal acostumbrado a tener las fotos allá por el mes de enero o febrero y ahora estamos en Julio y todavía no conocemos con quien nos vamos a pasar algunas tardes del tórrido agosto en aquella nuestra Plaza Porticada, que por esos días se convierte en “Plaza Fortificada”.
Julio Saavedra Gutiérrez
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hace 23 horas, 49 minutos
hace 11 meses, 1 semana
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