Se conoce como “quema de libros” una práctica, generalmente promovida por autoridades políticas, de destruir libros u otro material escrito, está vinculada al fanatismo ideológico/político.
La “quema de libros” y la “destrucción de bibliotecas” es larga en la historia. Existen varios sucesos documentados:
En el 212 a.C. en China fueron quemados libros y asesinados académicos.
En el año 292 se produjo la quema de la enciclopedia de Alejandría por el emperador Diocleciano.
A finales del s. XV en Florencia se realizó una gran quema de libros y obras artísticas de considerable valor, por inmorales, promovido por Girolamo Savonaroia.
Más recientemente, en 1933, tras la toma del poder del régimen nazi, estos tenían entre sus actividades las roturas de cristales de los comercios regentados por judíos, marxistas pacifistas…, y la destrucción de todos los libros que estaban bajo su vigilancia y persecución por el sistema nazi.
Datado históricamente los hechos, no pensemos que hoy en el siglo de las tecnologías y el internet estamos exentos de ello. A lo mejor quemarse libros no se queman, lo que hacía falta, pero sí se borran y se guillotinan aquello que algunos entienden y tildan como ofensivo por el simple hecho de no ser un panegírico del verdugo; en cambio no se dan cuenta que ese mismo está ofendiendo a los demás en su inteligencia.
Llegado a este momento podría poner un mensaje publicado por mí mismo y que duró a la vista del mundo mundial, escasamente 5 segundos, el tiempo que tarde en hacer una copia de lo publicado ya estaba fuera de la vista del respetable.
Esto que podría ser entendible en un perfil o página particular, es un acto fantoche y de carcunda, como poco, por no poner otros adjetivos, ya que en mi teclado no existe el insulto y el desprecio gratuito; es imperdonable en un perfil de un Institución, claro que la Institución al ser un ente abstracto, no tiene esa potestad, pero quien la maneja sí.
En el mensaje mencionado no solo no había insulto, más bien hacía una observación sobre que si todas las acciones que realiza una Institución pública (en este caso Ayuntamiento) se publicitaran con bombo y platillo para alabanza propia, los demás estábamos al cabo de la calle o escribiendo todavía en pizarras con pizarrín de manteca. Hacía también otra observación para contradecir que aquello que allí se decía “trabajamos en beneficio de todos” a mí me parecía más que un alago propio un insulto a la inteligencia, como ya decía. ¿Se puede entender que una obra en un colegio público se haga solo para el beneficio de unos cuantos? ¿Quiénes son esos cuantos, sus admiradores?
Mejor lo dejo porque quien no es capaz de reconocer su inoperancia, su falta de ética e incluso ser generador de la situación actual, además con el agravante de no ser la primera vez que hay por medios infantes, no pienso yo que sea reconocedor de sus taras.
El mensaje guillotinado lo tengo a buen recaudo “pa polsi”.
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