Ya pasan, con creces, desgraciadamente, las tres centenas de veces que los garrovillanos , desde que pisamos por primera vez esta localidad, nos reunimos en el“ tanatorio de El Prat para decirle el último adiós a alguien que se le tenía aprecio y cariño. Esto fue el 8 del presente mes, nos juntamos entre amigos y paisanos unos 300 para despedir a quien también lo fue, ,Antonia RODRIGUEZ SANCHEZ ,de 65 años, hija de aquel popular matrimonio Julián (a) orillo y de Esperanza ( a) pájarito ,así como hermana de Teodori, Altagracia y Julián
.Otro olvido, o saña quizás, de aquel que decide quien debe continuar en este mundo hasta ley vital, puesto que ella tenia otro problema de salud que llevó con entereza, paciencia y resignación, convirtiéndose en el paradigma o ejemplo de fuerza sobre-natural
Antonia fue otra de aquellas jóvenes que a muy temprana edad salió del pueblo, a último de la década de los sesenta, en búsqueda de un futuro. Al cabo de un tiempo casara con un simpático malacitano o malagueño ,Matías, quien desde que la primera vez que piso nuestro pueblo quedo prendado y , como el mismo dice, casi lo quiere más que al suyo.
El matrimonio formó una bonita familia con sus tres hijas, Almudena, Mª Jose y Marta
a la vez que éstas los hacen abuelos en 5ª vez. Vivieron unos años muy felices a pesar del problema de salud que Antonia arrastraba, pero que no le hizo mermar en un solo instante su felicidad hasta que ese , concepto, que domina, dicen, los cielos consiente que adquiera otro serio problema como si de un castigo se tratara por haber sido una excelente persona.,una estupenda esposa y madre y por supuesto muy amiga de sus amigos.- Otro caso que confirma ese tópico de que siempre se lleva a los mejores.
No hace mucho se enfrentó a otro segundo problema combatiendo contra el mismo como una autentica jabata, mostrando siempre una mirada radiante y una sonrisa que transmitía seguridad en que su lucha iba a dar frutos .Seguro estoy de que ella se ha ido de entre nosotros con esa pretensión porque tenia asumido que era fuerte.
Mi amiga Antonia, aunque podría tratarla como a un familiar por la amistad que nos unía, heredada de nuestros ancestros, era de esas mujeres que lo único que le importaba del prójimo era la felicidad del mismo. Jamás la oí comentar algo negativo sobre la aptitud de unos u otros .Como ser humano algún defecto debía tener, pero sus grandes virtudes los ocultaba .
El bonito recuerdo ,entre otros , que nos queda de ella en la “ pandilla”, como así nos definimos, es aquella mirada alegre como rayos de sol en primavera y su bonita sonrisa de luna brillante con lo que disimulaba sus problemas de salud.
Toñi, como todos te decíamos, te habrás ido, como es obvio, con la tremenda pena de dejar a tu Matías en soledad, pero seguro estoy de que también sabes que nunca se verá sólo,( aunque tu compañía era para él lo mas importante), ya que le quedan tres extraordinarias hijas, yernos, nietos y familia, y, en segundo plano , la pandilla.
Seguro estamos que tu espíritu será recogido en aquella capillita con la virgen de Altagracia que muchas veces has tenido en tu hogar venerándola con gran fe.
Un beso de todos y que ese viaje que has emprendido te sea de feliz como aquel del pasado agosto que hicimos los cuatro juntos (,tú ,Matías, Angelines y yo,) al pueblo. Aunque soy un poco escéptico a esa frase hecha de que es el destino de cada uno el que manda, parece que, en tu caso se dé por confirmado, fuiste a despedirte del pueblo donde vistes la luz por primera vez.
Te he enterrado en mi cementerio particular ( mi mente ) y te he puesto el siguiente
Epitafio:AQUÍ DESCANSA, ANTONIA, LA MUJER FUERTE QUE SUFRIO EN SILENCIO POR NO HACER SUFRIR A LOS QUE LA QUERIAN
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