Un mundo feliz

¿No se cumplirá aquello de A. Huxley? A la vista de los últimos procesos de elección que hemos podido observar se instaura lo inesperado, incluso lo que ninguna estadística, encuesta o demás estudio presagiaba, desde el Brexit, proceso de paz en Colombia y ahora elecciones en EE.UU.

Ya avisaba Aristóteles de los efectos perniciosos en los que puede degenerar la democracia, en la que él vivió se le presuponía al ciudadano espíritu crítico, cierta formación y capacidad que le permitiera elegir la mejor de las opciones, ¿Tienen estas cualidades los electores y elegidos en nuestras modernas democracias?

Tengo la sensación que aunque cambien las caras hay algo mucho más allá de las proclamas efectistas y populistas de unos y otros, entre bambalinas existe un stablishment mucho más poderoso que las simples caras, y es este quien detenta el poder real, cada día es más patente que nosotros no somos más que péndulos que nos movemos en el recorrido que el relojero ha calculado milimetricamente, y si no es así es peor, el reloj se detiene y aparecen otras formas de poder más peligrosas ya conocidas en la Europa posterior al diecisiete.