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Garrovillas de Alconétar: Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1791 – Parte I

A continuación voy a hacer una síntesis de lo que se recoge en el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura en el año 1791 y que toda ella sería tan extensa y farragosa de entender que me ha parecido interesante hacer un compendio de lo que a mi entender es lo más interesante de poner en conocimiento de todos.

Por no ser tan extenso como la misma voy a publicarlo en dos o tres partes, espero os guste.

También quiero anteponeros que Garrovillas tiene muchos y mejores conocedores que yo de este asunto de archivos históricos, e incluso que se ha publicado sobre el asunto bastantes documentos pero yo me atrevo a ponerlo a vuestro conocimiento sucintamente.

Presentación, descripción y propiedad

Es villa correspondiente al partido de Cáceres, de la que distaseis leguas. Esta en la diócesis de Coria, a cinco leguas. Su término por el oriente, confina con el lugar de Cañaveral, distante tres leguas. Entre mediodía y oriente, con Hinojal y Santiago del Campo, a tres leguas de cada uno. Por mediodía, con el lugar del Casar, distante cuatro leguas; por poniente y en parte por mediodía, con termino de Cáceres, que se interpone entre esta y el Arroyo del Puerco, a cinco leguas y confina con la villa de Las Navas y partido de Alcántara, y entre norte y poniente, con esta última.

Pertenece por dominio temporal al duque de Frias, por título de conde de Alva de Liste. Nombra un corregidor o alcalde mayor que es actualmente de Capa y Espada. Asimismo nombra dos alcaldes,  cuatro regidores y un procurador general, los cuales son por mitad del estado noble y general, alternando el procurador con los dos.

El mismo Ayuntamiento propone al dueño temporal dos sujetos para depositario de la alhóndiga y otros dos para mayordomos de fabrica de cada una de las parroquias, de las cuales elige al que le parece y al que queda excluido del oficio de depositario, acostumbra el Ayuntamiento a elegirle por interventor.

Hay seis escribanos numerarios y dos de Ayuntamiento, pero una de estas dos escribanías no se sirve por escribano de número, sino por un fiel de fechas. Otras dos escribanías de millones; otra con el titulo de las rentas del señor y otra de la alhóndiga,

También se nombran por el conde, seis procuradores que son del numero y por el Ayuntamiento el guarda de montes, alcayde de la cárcel y pregonero, cuya dotación es la siguiente: el corregidor tiene doscientos ducados, cuarenta fanegas de trigo y las demás de cebada, pagadas por el dueño temporal con las circunstancias de no percibir derecho alguno en lo que a diligencias de sus estados se refiere, percibiendo por el titulo de juez conservador de la villa quinientos reales que se reparten con los millones.

Los alcaldes, regidores y procurador general, tienen veinte ducados pagados de propios que reparten entre sí.

Los escribanos de Ayuntamiento, tienen cien ducados cada uno de propios. Los escribanos de millones perciben cada uno, doscientos cincuenta reales, al de rentas del dueño temporal, mil quinientos cincuenta y ocho reales y veinticinco maravedís por la formación de cuadernos de Luna y otras ocupaciones, además de sus diligencias. El guarda tiene dos reales diarios de propios y además la tercera parte de las enuncias, y al peón publico, un real al día. Hay también cinco abogados.

Se observa en este juzgado el arancel de la Chancillería de Granada, con la excepción de que en los autos no se cobran derechos de vista. Se considera excesivo el número de escribanías, las que si se redujeran a cuatro quedaría mayor servido el público y aquellas con suficiente dotación. Al síndico personero y dos diputados, los nombran los veinticuatro electores en la forma prescrita por reales órdenes.

 

Población

Tiene esta villa mil doscientos vecinos, entre estos veintiséis nobles Su principal aplicación es la agricultura a la que se dedican dos partes de aquellos entre labradores y jornaleros, componiéndose la tercera de artesanos, tejedores, carpinteros, albañiles zapateros, herreros, sastres y algunos arrieros, sin formación de gremios ni ordenanzas. La inclinación de este vecindario son los toros y bailes, advirtiéndose exceso en el vino al que se entregan, no solo las gentes comunes, sino personas de otras clases, y aun los del estado eclesiástico. Los jornaleros ganan en invierno, dos reales y suben a proporción hasta cuatro, saliendo a trabajar a las siete de la mañana en verano, durmiendo tres horas de siesta y regresando con sol que se entiende desde abril hasta la siega, ganando en esta tres reales, cuatro, seis y de comer, dándosele cinco comidas abundantes. La taberna publica esta arrendada en cinco mi reales y el abasto de aceite lo está en dos mil, pagándose por uno y otro la alcabala correspondiente. Sucede lo mismo con el jabón, arrendado en seis mil reales, sin el cuarto de libra que se paga en la administración de Cáceres. El de carne se arrienda libre de derechos y los que faltan por este motivo para cubrir el encabezamiento, se reparte entre el vecindario, siendo los precios de este abasto de doce cuartos por libra de carnero, la de vaca diez y la de macho, nueve.

Urbanismo

Tiene la villa casa de Ayuntamiento bien conservada, no siéndolo igual la cárcel, necesitada de reparación, tanto para la seguridad y comodidad de los reos. Existe en el Ayuntamiento el archivo de papeles correspondientes a la villa, con tres llaves de las cuales tiene una el corregidor, otra el regidor primero y otra el escribano de Ayuntamiento más antiguo.

Las calles por la situación de esta villa, son bastante llanas y algunas largas y espaciosas, como lo es la que va desde la plaza hasta el convento de Santa Isabel. Hay tres posadas de particulares y todas en estado indecente. Los caminos necesitan bastante obra, desde el fajo y Barcas de Alconétar, hasta la villa y desde la misma hasta Luna y aldeas de Santiago e Hinojal del Campo, pertenecientes a este estado, siendo de reciente arreglo el que va desde el santuario de Nuestra Señora de Altagracia.

Ferias, Órdenes, Cofradías y gremios

Se celebran dos ferias, la una por Santiago el Mayor, que suele durar dos días en la que se ferian aperos de labor y concurren algunas tiendas. La otra, el día de San Mateo, en la que sucede lo mismo, con la concurrencia de algún ganado de cerda. En el santuario de Altagracia, se celebra fiesta el día 8 de septiembre, y en ella se hace feria de ganado vacuno, caballar, mular, de cerda y algunos aperos de labranza.

Los que se dedican a la arriería, conducen cacao, cuero al pelo, añil y grana para tintes que llevan para diferentes partes. También se extraen zapatos de los que se fabrican en la villa. Hay diez tenerías en las que se curten cada ano ocho mil cueros para suela parte de esta del país y otra que se trae de Cádiz; mil quinientos cordobanes e igual número de badanas, debiendo advertirse que esta industria prospera y va en aumento. Los telares instalados son veintiséis, dedicados al tejido de lienzo casero, seis de mujeres y los restantes de hambres

La Orden de San Francisco, tiene en esta villa la fábrica de sayales para los individuos de esta provincia, desde el año 1784, la cual se hallaba antes en Don Benito. De este establecimiento cuida un religioso de misa y uno o dos legos. Los ingredientes para el tinte los compran a los que lo conducen de Cadis, surtiéndose de lana blanca del país, pero para dar color pajizo en algunos tejidos que se hacen para el uso de los naturales, se aprovechan de la gualda del termino de lo que abunda mucho en sus inmediaciones.

Hay una alhóndiga para socorro de labradores, cuya casa es reducida y sus fondos once mil fanegas de trigo, pero por hallarse mucha parte en deuda, se ha ordenado por el superintendente general reducir a tres mil, rebajando aquellas deudas que sean incobrables y cobrando las demás.

Las parroquias son de patronato de lo temporal y de su presentación en cualquier tiempo que vaquen los beneficios curados Se titula una de Santa María de la Consolación y la otra de San Pedro con dotación cada beneficiado de cien ducados con los que contribuye el duque, cantidad que unida a sus emolumentos ascenderán a siete mil reales cada uno. Por auto del ordinario eclesiástico, se ha condenado al dueño temporal, como preceptor de todos los diezmos, a contribuir a cada párroco con cuatrocientos ducados, habiendo hecho oposición aquel ante la Real Cámara. El cura de San Pedro, se titula vicario, pero solo en el nombre y sin jurisdicción alguna, percibiendo por este título cuatrocientos cuarenta y un real y seis maravedís pagados por el dueño temporal cuarenta y un real y seis maravedís pagados por el dueño temporal. Tanto una como otra iglesia son bastante capaces, ambas de arquitectura gótica, con buenos coros sobre arcos y bóvedas. La de Santa María, es muy tendido y en sus capillas mayores se veneran sus titulares. Es de columnas de dos cuerpos, con tableros de buen gusto y de una sola nave, pero al lado de la Epístola tiene una capilla que ocupa su crucero. La de San Pedro es de tres naves, estando su retablo mayor recargado de talla de mal gusto.

Asimismo nombra el conde dos organistas y cuatro sacristanes, repartidos en iguales partes en ambas parroquias, una barrendera o condelera para el aseo y un cantor para el coro de Santa María, pagándoseles a todos de las rentas de la fábrica de la iglesia.

Cada parroquia tiene un hospital, cuya dotación es de mil quinientos reales al año, consistentes en censos, siendo su instituto la asistencia a enfermos. Para su cuidado tiene una hermandad con su prior, compuesta por personas principales del pueblo, no siendo su administración la más cuidada. El otro hospital, cuyo patronato es del marqués de Buscayolo, sirve para recogimiento de pobres peregrinantes, con renta de ochocientos reales.

Las cofradías son nueve, todas con mayordomos seculares que eligen las mismas, gozando de ordenanzas particulares. Su instituto consiste en la celebración de la fiesta de su titular y asistencia a los entierros de hermanos fallecidos, pagando cierta cantidad para sufragios, contribuyendo con seis reales al ano cada hermano. Su denominación es: San Juan, San Antón, San Benito, Jesús Nazareno, La Columna, San Bartolomé, los Santos Mártires, San Lorenzo y San Marco, celebrándose en algunas de ellas comidas v refrescos el día que se da las cuentas por los mayordomos, oficiales y escribanos, abonando una cantidad al mayordomo que es quien suple lo demás, caso de faltar.

Tiene cada parroquia una hermandad llamada el Cabar, en la que está repartida toda la feligresía en cuadrillas, sirviendo una cada mes para efectuar los entierros de vecinos y forasteros, sin la obligación de alistarse, haciendo estos las fosas y entierros a las órdenes del jefe de cuadrilleros bajo cierta pena pecuniaria de no cumplir con su deber, repartiéndose lo recaudado entre los que asisten y no tienen renta alguna.

Nuestra Señora de Altagracia, con trescientos veintidós reales en censos y seiscientos en hacienda, celebrándose en su santuario el día de la festividad una feria, dando el mayordomo de comer durante tres días a los cofrades, por lo que se le abona ciento noventa y ocho reales, cantidad que no llega a cubrir los gastos que ocasionan las comidas y meriendas que se dan., por lo que debiera de suprimirse.

Los santuarios son siete: Nuestra Señora de Altagracia, distante dos leguas, decente y con hospedería regido por dos capellanes que tienen la obligación de celebrar dos misas todos los días de precepto, una de alba y otra a las nueve de la mañana, siendo la mayor de presentación del dueño temporal y la otra por el guardián de San Francisco de esta villa, hallándose su capellán mayor de ecónomo en otro pueblo por lo que no cumple con su obligación. Tiene este cien ducados que le paga el patrono y el segundo novecientos reales: la de San Lorenzo y San Blas, pertenecientes a sus cofradías, distantes cada una un cuarto de legua de la villa; Santa Catalina, a tres cuartos, la que se halla casi en ruina. Cercanas al pueblo están: San Antón, San Sebastián y San Juan, bastante decentes y con sus respectivas cofradías; Cristo del Humilladero, San Pablo, San Miguel y San Roque, totalmente abandonadas y a punto de arruinarse. Dentro de la villa, San Bartolomé, la que sirve para enterramiento de pobres. Los conventos son el de religiosos Franciscanos, fuera de la villa, el de monjas de la Orden de San Jerónimo y el de Santa Isabel, ambos estos de filiación del ordinario.

El primero de estos, el de San Francisco, fue fundado en 1474 pero su arquitectura muestra haber sido reedificado posteriormente. Tiene patio de columnas de dos órdenes y la iglesia de una sola nave y estilo gótico. La capilla mayor con retablo de tres cuerpos y columnas de buen gusto en el que se venera a San Antonio de Padua. En dos nichos colaterales están talladas en mármol las estatuas de los condes de Alba de Liste, sus patronos en actitud orante, siendo el número actual de religiosos de once de misa, dos coristas y tres legos y el de su fundación de treinta y seis. Además de las limosnas, percibe de la casa del dueño temporal diecisiete mil reales. Anteriormente había en el estudio de Moral y Filosofía.

 

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