Si he perdido la vida, el tiempo,
todo lo tiré como un anillo al agua.
Si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre,
todo lo que era mio y resultó ser nada.
Si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abri los ojos para ver el rostro
puro y terrible de mi patria.
Si abri los labios hasta desgarrarmelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero