Yo te propongo otra solución primo. Cógete una quincenita en julio y nos vemos en el pueblo. Piénsatelo:
- No hay aglomeración de gente.
- En plena hora punta de las «once» en la Laguna tienes sitio donde elegir.
- Las tencas pican igual que en agosto (osea nada)
- Los camareros te atienden bien.
- La piscina abre y cierra a su hora y el socorrista te da los buenos días o las buenas tardes.
- Te puedo enseñar una peñina desde la que se sacan unas tencas muy bravas.
- Podemos dar alguna vuelta por algún camino en mi TT con tu hija y las mías (tiene 7 plazas) o hacer I+D (investigación y desarroyo, tú ya me entiendes)
- Hay pipas y coca colas por cualquie sitio, y de varias clases
- Amanece antes y anochece después que en agosto (también me entiendes)
- Aparcas donde quieres en tu calle, incluso en la Laguna a la hora del mate.
- Los comercios abren y cierran a su hora y ¡Hasta tienen de todo!
- La gente del pueblo aparece como realmente es. Quiero decir, sin el estres de la (pre- y post-) semana de los toros (No quiero decir con esto que a mi no me gusten los toros, solo que mi trabajo no me permite vacaciones en agosto)
Por no alargar, te pondría algunas más. Tú elige la que menos te guste y ya verás como es motivo suficiente para decidirte. Piénsatelo primo, siempre decimos «Aver si… Aver si…» Nos estamos dejando muchos ratos a la orilla del río en el tintero y puede que no vuelvan.
PD: Estoy preparando un relato que te vas a caer «patras» pero has de tener paciencia que de eso estás haciendo cátedra.
Saaaaaaaludos.
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