Una de política Regional

I. De argumentos sostenidos y argumentos insostenibles

He leído atentamente todos los posts de este hilo, y no deja de llamarme la atención la argumentación que utilizan los, no diré fanáticos para que no se molesten, pero sí defensores acérrimos del progresismo patrio, para explicar el monumental tortazo electoral que se han llevado en las últimas municipales. Sufrí una extraña sensación de deja vu al leer el texto de mi amigo Saavedra, que  bien podría llevar por título “razones para un fracaso”, y recordar a la vez la penosa actuación de su jefe de filas, señor Rodríguez Zapatero, en el último Debate sobre el Estado de la Nación, el pasado miércoles.

El día de autos, el Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, más ZP que nunca, exhalaba, más que pronunciaba, el que, seguramente, ha sido el canto de cisne del zapaterismo. Este fenómeno, demasiado vacuo intelectualmente para llamarlo doctrina o ideología, así como las razones de su éxito consisten en la combinación, por un lado, de un señor joven, físicamente más atractivo que su opositor, que repite machaconamente unas consignas manifiestamente falsas con la convicción de un iluminado, apoyado en el poderío de unos altavoces mediáticos más sectarios aún que el partido al que descaradamente defienden, y, por otro, la existencia de un electorado inmaduro como es el español con unas tragaderas, a cuyo lado, las de Obelix eran estrechos conductos.

Esto explica que alguien como ZP, que llegó al poder como llegó, que al cabo de un año ya estaba claro para cualquiera con una mínima capacidad de análisis que iba a resultar una catástrofe, que hacía gala día sí y día también de una combinación explosiva de pensamiento iluminado, sectarismo galopante e ignorancia oceánica, ganara las elecciones por segunda vez.

El presidente se limitó a hacer una apología de sí mismo en la cual, al modo de Saavedra, intentaba explicar cómo él no había tenido nada que ver con la situación comatosa del país, cómo el PSOE parece que pasaba por allí, dibujaba un país de yuppie, hilvanaba una sucesión de contradiciones, a veces una por frase, a veces dos y, en fin, echaba balones fuera con una jeta que produce rubor sólo citarla. No voy a entrar a desmontar toda esa retahíla de argumentos, intelectualmente muy flojitos, a juego con el personaje, cuya falsedad tan brillantemente ha puesto de manifiesto la contertulia MentayChocolate, pero sí voy a detenerme en un hecho curioso. 

II. Del odio como argumento

No deja de resultarme chocante el odio y la inquina que los socialistas, en general, profesan al Presidente Aznar, de tal modo que, a la manera del perro de Pavlov, diríase que segregan ácidos gástricos con la sola mención de su figura, compendio para ellos de todos los males. Pero pásmense: al mismo tiempo, la defensa de sus posiciones la hacen acudiendo al artificio de que “Aznar hizo lo mismo”. Bueno, pues si Aznar hizo lo mismo y era muy malo malísimo, ¿por qué lo imitáis vosotros? Esto no tiene explicación, pero conviene detenerse en ello y hacer una serie de reflexiones:

• Si Aznar hubiese cogido un país con un 10% de paro (aprox) y lo hubiese dejado con más de un 22% maquillaje de cifras incluido, ¿qué habrían dicho los socialistas y sus terminales sindicales, callados de manera vergonzosa y vergonzante  mientras se destruía una gran parte del tejido productivo de la nación?
• Si Aznar hubiese llevado soldados a la guerra de Libia, e incrementado su número en Afganistán, que es la región más peligrosa del planeta, ¿qué no habrían vociferado los del “No a la Guerra”?
• Si Aznar hubiera recibido el apoyo de uno de los tíos más ricos de España, Sr. Botín, como lo ha hecho Zapatero, ¿qué chascarrillos no habrían pergeñado los defensores de la clase proletaria?
• Si Aznar hubiese permitido, cuando no alentado que los proetarras ostentasen el mayor poder económico y político de su historia, ¿qué argumentarían los defensores del GAL y el Faisán?
• Si se sospechara de manera fehaciente que un ministro de Aznar se hubiese chivado para que la policía no detuviera a una serie de terroristas por fines electorales ¿qué invectivas no se habrían lanzado desde la SER, Público y demás compañeros mártires?
• Si Aznar se hubiera dedicado a revivir los odios cainitas que fueron el germen de nuestra terrible Guerra Civil, como ha hecho Zapatero de manera irresponsable, ¿cuántas veces le llamarían "facha", "fascista" y otras lindezas del diccionario de la neolengua progresista española?
• Si, como ocurre en la actualidad, hubiese millones de familias sin un solo ingreso, comedores sociales atestados (por cierto, la mayoría de la maligna Iglesia Católica); si, por primera vez desde la Guerra Civil, disminuyera el consumo de alimentos en dos meses consecutivos, ¿aguantaría la presión de la calle, auspiciada por estos sindicatos de nuestras vergüenzas un gobierno de derechas?
• Si realmente la gravedad de la crisis económica es culpa de las políticas de Aznar, ¿porqué no vuelve a presentarse Zapatero a las elecciones? ¿No será que no os creéis ni vuestras propias excusas?

Aznar, como todo gobernante habrá tenido puntos claros y oscuros en su gestión; pero, siendo honestos, si preguntamos a cualquier trabajador normal y corriente –me refiero a alguien que no cobre de ningún partido político, ni obtenga ningún tipo de prebendas por su militancia- cuándo estaba mejor, cuándo sentía menos incertidumbre respecto a su futuro y el de sus hijos, cuándo ha tenido mejores sueldos; la mayoría, con más o menos melancolía recordará los años de Aznar, le guste o no le guste a  la izquierda.

Llegar al poder mediante el miedo y el odio le ha resultado bastante fácil a determinado partido, pero cuando ha tenido que enfrentarse a un toro complicado, de esos que exigen todo el arte del matador para hacer una faena pasable, el resultado no ha sido otro que una "espantá" del peor estilo. Y frases del tipo "Aznar, lameculos de Bush", "Vosotros fascistas sois los terroristas", "luchamos contra los padres y ahora tenemos que luchar contra los hijos", "¡Que viene la derecha!" . . . quedan muy bien como sloganes que utilizar en la parafernalia de un mitin electoral; pero no valen para gobernar una nación y, por supuesto, pierden bastante fuerza en una controversia intelectual.

Una réplica necesaria a julio (I)

A raíz de lo último que he escrito y que, como es lógico en cualquier debate, ha suscitado diversas reacciones del amigo anonimator y de Julio, es necesario, cómo no, aclarar una serie de puntos. 

En primer lugar, Julio, dices que no vas a darte por aludido por "lo de sectario", ni por lo de "querer hacer apología sobre mi mismo". Hombre Julio, ni debes darte por aludido, ni puedes, porque si lees de nuevo con atención las partes de mi escrito en las que aparecían estas expresiones, lo cual te ruego humildemente, caerás en la cuenta de que, salvo por un error de comprensión lectora, en el cual, amigo, pareces haber incurrido, estas expresiones no aludían a tí, sino a nuestro dilecto presidente del Gobierno, señor Rodríguez Zapatero. Sí te decía que, igual que Zapatero, tú, como buen miembro del partido, intentas, desde mi humilde punto de vista, minimizar la posible culpa que el gobierno de tu partido ha tenido en la situación actual, lo cual es absolutamente comprensible y tienes todo el derecho a hacerlo, faltaría más.

Luego, confeccionas una interesante lista de reflexiones al hilo de mi exposición que, como no podía ser de otro modo, paso a discutir una por una y por el mismo orden:

1. Tu afirmación  de que el paro se ha incrementado en todos los países de la CEE (ahora se dice UE-27), es cierta, pero si no se matiza, se convierte en una verdad a medias, fácilmente desmentible con sólo acudir a cualquier prontuario de datos económicos. Como te has referido a Europa, me he tomado la molestia de visitar la base de datos de EUROSTAT, de la cual he extraído una serie de datos que te expongo de manera breve y concisa. Los países con los que nos comparábamos hace diez años, a saber, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Polonia tenían las tasas de paro del 9.6%, 8.0%, 6.1%, 7.6% y 9.2% respectivamente, datos de abril de 2011. En esa fecha, EUROSTAT arroja una tasa de paro en España del 20,7%. Desde abril hasta la fecha, esta brecha superior en más de 10 puntos se ha agrandado, ya que el paro ha bajado, por término medio, en estos países y en España no hace sino aumentar. Desde hace unos meses, la treta dialéctica de los socialistas consiste en decir que claro, nosotros no podemos compararnos con esos países, y yo añado: no podemos compararnos ahora. Antes sí, y lo hacíamos ventajosamente. Este ardid, lamentable desde un punto de vista intelectual, me recuerda a aquel mal alumno que ha suspendido seis asignaturas y dice: -¡Hombre papá! Yo soy muy mal alumno si me comparo con Pepito que ha sacado cinco sobresalientes y seis matrículas, pero si me comparo con Jorgito que ha suspendido cinco, tampoco estoy tan mal-. Bien, pues siguiendo vuestro juego, voy a comparar España con Irlanda, Portugal y Grecia en el indicador que da la verdadera medida de un drama social, que es la tasa de paro y ¡oh sorpresa!, descubro que Irlanda, 14.0%; Portugal, 12.5% y Grecia 15%.  Si nos vamos a países en crisis que ellos mismos consideran terribles, vemos EE.UU. 9.0% de paro y Japón 4.7%. A la vista de estos datos, podemos concluir que tu afirmación de que la globalización tiene que ver en la crisis española no se atiene en absoluto a la verdad.
2. En cuanto a que los soldados ahora están con el permiso del Congreso y con el aval de la ONU, en el caso de la Guerra de Irak, Aznar obtuvo el permiso del congreso, ya que el PP tenía mayoría absoluta y es más, hasta recuerdo la sesión en la que Aznar explicó la intervención. En lo referente a Naciones Unidas, si bien se apoyó a EE.UU. (como otros 30 o 40 países democráticos más) para intervenir sin el permiso explícito, ya que sí lo había tácito (Resolución 1441), de la ONU, Zapatero retiró a las tropas de Irak cuando ya sí había resolución de la ONU, la 1511, reforzada posteriormente por la 1546, que apoyaba la presencia de fuerzas de paz y, por tanto, la presencia de la misión española. En cuanto a las armas de destrucción masiva, fue una artimaña estúpida de Bush para justificar su ataque. Aznar apoyó a EE.UU. porque, en aquella época, era nuestro aliado estratégico, que nos había echado un cable con Marruecos en la crisis del islote de Perejil, y prestando el sistema de escuchas ESCHELON de la CIA para vigilar a ETA, que entonces era una banda criminal perseguida, y ahora es una banda separatista criminal subvencionada por el Gobierno. En política exterior, todos los gestos son "panes comprados", punto que a los socialistas os ha costado descubrir.
3. Este es otro clásico: "LA CULPA ES DE LOS MERCADOS". Cuando yo llamaba a los mercados "entes de difícil comparecencia", quería decir que este slogan que, como todos, puede resultar muy eficaz, es falso, porque los mercados, como entes, no existen. Los mercados son simplemente lugares de reunión de ofertas y demandas. La mecánica es que, por ejemplo, un señor de Alemania contrata un fondo de inversión. Es decir, cede su dinero a un gestor para que lo haga crecer. Este gestor, según sus conocimientos, dedice invertir el dinero de muchos señores en los lugares más rentables y menos arriesgados. Uno de estas opciones es comprar deuda soberana, es decir, financiar deuda de otros estados, prestando dinero a los estados para recuperarlo al cabo de un tiempo más unos intereses. Si el riesgo de impago de un país, debido a sus datos económicos públicos es alto, el interés que ese país debe pagar cuando devuelva el dinero que le han prestado, se dispara. Y yo me pregunto: ¿no es lógico que cuando alguien invierta quiera hacerlo con el mínimo riesgo? ¿no es lógico que si alguien invierte arrostrando mayores riesgos, esté en su derecho de esperar mayores rentabilidades? Pues bien, grosso modo, este es el mecanismo de los mercados que tanto enerva a nuestro amigo Julio y a sus compañeros de partido. Lo que ocurre es que cuando las administraciones públicas de un país, se dedican a despilfarrar dinero público, y a emitir señales de peligro a los mercados, estos, como organismo vivo, responden aumentando el precio de su deuda soberana. Hay que decir que muchas administraciones públicas han estado en manos del PP, y también han contribuído a la ruina (véase ayto. de Madrid y Comunidad Valenciana), pero el principal órgano del poder ejecutivo, cuya responsabilidad era poner coto a esos desmanes ha sido el gobierno socialista de Zapatero y está bastante claro que no lo ha hecho.

Réplica al Sr. Anonimator. 15-M (I)

En primer lugar me sumo a Julio cuando dice que no tienes por qué pedir disculpas ya que nada interrumpes. Si acaso, tu aportación, como las de los demás, enriquecen el debate que, al fin y al cabo, es de lo que se trata. Para ser sincero no me ha gustado que insinúes que yo repito, a modo de loro, las opiniones de no sé qué "exaltados y frívolos debates políticos" televisivos. Si por algo me caracterizo, o por lo menos lo intento, es por sostener cada opinión con la mayor cantidad de argumentos y datos posibles. Intento ser, supongo que por deformación profesional, un ingeniero que construye su estructura argumental con el mejor material posible y con la mejor parte de mi posiblemente corto entendimiento, de ahí la extensión, probablemente abusiva de mis escritos.

Por otro lado, me ha venido bien que aludas al tema de los indignados, o movimiento 15-M, ya que llevaba cierto tiempo queriendo plasmar mis ideas sobre el tema, ya que hacerlo, además de fomentar el debate, constituye un ejercicio mental muy positivo, que me ayuda a sistematizar mis propias ideas.

Primeramente diré que yo soy un indignado. Pero yo llevo indignado desde bastante antes del 15 de mayo; mi indignación dura, aproximadamente, desde los últimos años de las legislaturas de Aznar. Soy un ferviente defensor del cumplimiento de la ley a rajatabla, y creo que el hecho de vivir en democracia y en un régimen de libertades consiste, entre otras cosas, en respetar las normas. En los últimos años del Gobierno Aznar, observé cómo la izquierda tomaba la calle, teledirigiendo el descontento que la intervención en la Guerra de Irak causaba entre muchos españoles de buena fe. Este rechazo fue utilizado de manera, a mi juicio, vil y torticera, desleal y descarada, como palanca para desalojar del Gobierno al Partido Popular de una manera dudosamente democrática y absolutamente antiliberal. Este movimiento, mucho menos masivo de lo que nos hacían creer, magnificado por los medios de comunicación, casi todos al servicio de la izquierda, ya con Aznar, sumado al tema del Prestige, también manipulado por dichos medios, tuvo su ópera prima la noche del 13 de marzo de 2004 cuando, en lo que constituye la más flagrante violación de las reglas democráticas, reventaron, pastoreados por Rubalcaba, hoy Freddy, "el terror de los banqueros" la jornada de reflexión previa a la jornada electoral del 14. ¿Preguntas si hablo por experiencia propia? Pues mira, esa noche yo me encontraba en Madrid. Días antes asistí a la manifestación con motivo del atentado del 11-M, y ya allí ví a ciertos personajes que, en lugar de manifestar su repulsa a los terroristas y el dolor por los muertos, aún calientes, buscaban, con pancartas confeccionadas claramente con cierta antelación, culpar al gobierno de las muertes de Madrid.

¿Quiere esto decir que todos los que se manifestaron contra la Guerra de Irak eran peligrosos ultraizquierdistas? No. Estoy convencido de que no. Creo firmemente que muchos de los asistentes a aquellas manifestaciones eran personas de buena fe, de convicción pacifista y contrarios doctrinalmente a la guerra. Ahora bien: los hilos los movía quien los movía, y el que se benefició tiene nombre y apellidos o, mejor dicho, siglas: PSOE. Creo que el paralelismo con el movimiento de los "indignados" está claro para cualquiera que lo analice mínimamente.

Ya sé que estoy siendo extenso, pero como me preguntabas si hablo por experiencia, te voy a contar mi experiencia. Paso a la primera legislatura triunfal del ZP. Cuando estaba claro que la negociación con ETA era un apaño indigno, de lo cual también he hablado en Alkonetara, y a mis escritos me remito, yo salí a la calle contra el gobierno, ya que, por entonces, vivía en Madrid no una ni dos, sino, por lo menos, en 5 ocasiones detrás de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. En todas esas manifestaciones observé calles de Madrid que no eran callejas ni plazas, sino auténticas arterias, avenidas con tres y cuatro carriles en cada sentido, alicatadas de gente. No entraré en una guerra de cifras, pero hasta la policía daba para aquellas concentraciones más del doble de asistencia que al movimiento de los indignados. Pues bien, parece que estas manifestaciones no excitaban el celo periodístico de los medios de comunicación más importantes (Televisión Española, la Ser, Cuatro, La Sexta, Telecinco y Antena Tres) y, en el mejor de los casos, merecía un 5º o 6º puesto como noticia en un telediario de fin de semana y, en el peor, ni siquiera se aludía a ellas.

(continúa)