Programa de fiestas de San Roque 2014

Valienti tupa de…

Pensaba yo que después del mundial de fútbol y de los Sanfermines iba a tener un verano tranquilo; ¡pues me ha salido el tiro por la culata! Me explico.

Anticipaba que tenía un pálpito de que algo iba a estrenar este año con motivo de mi patronazgo, incluso como si fuera una carta a los Santos Reyes, pedía un terno nuevo, un cambio de imagen en el peinado e incluso un tatuaje, que al final se quedo en una “calcamonía” del perro Niebla, quien ya dije que era primo hermano del mío, San Bernardo. Pues nada de eso, al final lo que he estrenado ha sido casa nueva.

Como yo nunca he tenido el suficiente capital para poder comprarme una, había estado hasta este año de alquiler, unas veces en el Monasterio de la Salud, otras en la iglesia fortaleza de San Pedro, el apóstol; pero por fin este año con la ayuda del párroco y alguna mano altruista he adquirido un derecho de pultipropiedad en casa de Toribio, y es que a este compañero le viene de lejos lo de los inmuebles, no en vano estuvo destinado algún tiempo a la guarda y custodia de los Santos Lugares, y desde entonces se aficionó a lo de la gestión de inmuebles, no ha dejado de prestar algunas de sus propiedades para varios usos.

Refiriéndome a la de la calle Gabriel y Galán diré lo que sigue. De entre las que yo recuerdo, puedo hacer referencia a que en su casa –ermita de Santo Toribio- hubo una taberna (la de Moisés), una churrería (la de la Emilia), la última actividad a la que estuvo dedicada fue a ferretería y otras ventas (ferretería Cristina). Ahora Toribio ha descubierto lo de la multipropiedad y nos ha alquilado a unos cuantos de compañeros unos apartamentos para poder darle el uso para los que han sido creados. Allí estamos en régimen de alquiler, o sea de “moraoris”, San Blas; San Isidro, el labrador; San Cristóbal, el de los “chófiris” “el amarrau” a la columna; San José, al que yo llamo el aislado, no en vano después de saber que María iba a tener familia y que él no tenía ni arte ni parte, no volvió a aparecer por ninguna parte, incluso se comenta que puso una escuela taller de carpintería y terminó sus días poniendo suelos de tarima con tal de que no se le viera la cara; yo mismo, que por cierto me han colocado en una hornacina preferente por aquello del patronazgo; y presidiendo y como Presidenta de la comunidad de propietarios está la Virgen del Amor Hermoso. Así que espero terminar mis días en compañía de los que he comentado y alguno más que pueda ser recogido por motivo de indigencia o desahucio, que está muy de moda en estos tiempos.

¡Ahora, la tupa que me dieron hasta que me asentaron¡ Me llevaron en “volandinas” hasta la casa de Pedro; el día de mi onomástica, en lugar de dejarme tranquilito y celebrando el evento, me sacaron otra vez y ¡hala de mudanza! Entre eso y el tener que asistir a todos los actos en mi homenaje tengo la “estrosis y las varicis pa cualquier cossa”; ahora os contaré sin mucho detalle, por aquello del espacio, lo que me ha salido más de ojo de esta fiestas 2014.

Al primer evento que asistí fue a contribuir con una buena causa, el baile que cada año organiza la Asociación Contra el Cáncer, apareció por primera vez “La Bolero”, o sea Tomás y sus muchachos, aquí me salió de ojo no ver a algún representante de nuestro Ayuntamiento, ¿estaría yo “pussío”? A Tomás, mi amigo San Blas (patrón de los otorrinos) le ha dotado de un buen “gambeti” porque aguantar como lo hace él, 3 ó 4 noches, entre Boleros, folk…, en esos escenarios no es fácil, me parece a mí que ya precisa un descanso. La primera de las dudas que nos mantuvo es ascuas fue el nombre del pregonero, lo breve y …. De entre las muchas actividades locales, pienso que demasiadas si queremos darle realce a las fiestas, y sin querer desacreditar a ninguna, me resulto muy del agrado, la noche dedicada al teatro: buena puesta en escena, profesionalidad en los personajes, en algunos casos buena dicción, vestuario…, en definitiva se pasó un buen rato. Yo aconsejaría para otro año que trajeran un humorista y no un socarrón que estuvo más tiempo haciendo campaña que humor. Al Festival de los Pueblos del Mundo le faltó una buena iluminación y mejor megafonía, y le sobró algún individuo que se paseo en varias ocasiones por el escenario, cigarro en los labios incluido.

A un acto que no suelo faltar es a la puesta de los carros, siempre me ha parecido un hecho peculiar por aquello de la anarquía que en pocas horas se crea en la Plaza; actividad frenética, golpes, voces, desacuerdos, propuestas de cómo ponerlo, peñas nuevas, otras antañonas…. Y eso que con la mecanización del soporte que sustituye el carro ha perdido un poco el encanto, pero me sigue gustando.

Paralelamente a la modernización de la Plaza ha venido la iluminación de la Laguna, y no es que se haya hecho un esfuerzo por mejorar la que hay, sino que al hacer un recorrido visual por las múltiples mesas que florecen en ella durante las noches del verano, se puede observar una multitud de luciérnagas electrónicas; me estoy refiriendo a las caras iluminadas de los laguneros por mor de los aparatos móviles y otras tabletas, no precisamente de chocolate, sino digitales.

En lo de las orquestas, como todos los años, unas buenas y otras menos buenas, incluso algunas no consiguieron, por falta de público, cumplir con el horario comprometido. Lo que me parece es que alguna actividad paralela con ellas, podría haberse utilizado en otro momento con tal de no duplicar actividades durante el mismo periodo de tiempo, pues queramos o no, tampoco “semos” tantos.

Alguna de las quejas que me ha parecido oír con más vehemencia en el ágora lagunero, es la de la colocación de las atracciones del “parque infantil”, seguro que se pensó que: “como el sol, es bueno para la salud, a la vez que los niños se divierten, que tomen un poco de sol”.

Sobre los cornúpetas no me atrevo a insinuar ni su “bondad” ni su “no bondad”, pues después de tantos toros vistos, he llegado a la conclusión, que eso si que son melones cerrados. Si hubiera alguien que verdaderamente supiera cual es el toro bueno y el menos bueno, estaría contratado para Las Ventas o La Maestranza por poner dos ejemplos. Ahora, en contra de lo prometido y escrito sobre toros, sobrar no ha sobrado ni uno, ¿será por aquello de los próximos comicios? Además ha habido cosas que aunque no se escribieron en un principio, con tal de ganar alguna “papeletina” más allá por el mes de mayo, uno de los morlacos fue “guisau” y “agasajau” para saciar el “hambre” de pomposidad propia.

Voy a ir terminando con algo también referente a los bóvidos: “no se puede poner el carro delante de los bueyes”; ni tampoco es conveniente intentar “ponerle puertas al campo”. Viene esto a cuento de la polémica sobre aquel referido Art. 173.1 al que se hizo mención con la intención que evadir alguna responsabilidad e intentar, por una parte meter el miedo en el cuerpo y por otra el cortar una tradición que cuando era espontánea no había problema, pero al convertirse en algo programado y con intención de degradar, se ha convertido en algo alegal. De cualquier manera ¿a quién de joven no se le ha escapado la vaca alguna vez? ¡Claro hace tanto tiempo y somos ya tan mayores que se nos ha olvidado cómo y qué hacíamos!

Así que la tupa ha sido de las que hacen historia, bien es verdad que ha sido hasta donde el cuerpo ha aguantado. Espero volver a contaros los pormenores de la próxima “sanrocada”, todo ello sin renunciar a poner negro sobre blanco siempre que tenga tiempo, ganas y motivos.

Julio Saavedra Gutiérrez