Apeles fue uno de los mas renombrados pintores de la Grecia clasica. Solia exhibir sus pínturas en público para, escondido, escuchar los comentarios de los que se detenian a contemplarlas. Un dia pasó un zapatero que criticó la forma en la que habia pintado una sandalia. Apeles la rectificó. Cuando al dia siguiente el zapatero volvió a pasar, se enorgulleció al ver que el artista se habia echo caso de sus palabras y, envalentonado, enpezó a meterse con la forma en que estaba pintada una pierna. Viendo el curso de los acontecimientos, el pintor se le acercó y le dijo: «Un zapatero nunca debe juzgar por encima de los zapatos».
Esu va pa ti y pa mi pepito.
«La mitad del mundo tiene algo que decir, pero no puede; la otra mitad no tiene nada que decir, pero no calla» .
Robert L. Frost
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