“ EL 24 de agosto de 1944; a las 21.22 horas, llegaban a la plaza del Ayuntamiento de París varios half-track (autos oruga blindados) y un tanque Sherman (el Romilly), que constituían la vanguardia de los ejércitos aliados. Los primeros llevaban, en el morro y en sus flancos, nombres memorables de la guerra de España: Madrid, Jarama, Ebro, Teruel, Guernica, Belchite, Guadalajara, Brunete y Don Quijote. Eran las dotaciones de la 1.., 2.. y 3.. secciones de la famosa IX Compañía (incluso los franceses la llamaban la Nueve), del Regimiento del Chad. Las mandaban el zaragozano Martín Bernal, el madrileño Federico Moreno y el andaluz Monto- ya, secundados por el catalán Elías (herido en las calles de París por un francotirador), el canario Campos y el valenciano Domínguez. Con el resto de las dotaciones, un total de 36 ex soldados del ejército republicano español. Los cuatro tripulantes franceses del Romilly completaban el destacamento, que, con toda justicia, llamaron los liberadores de París.
El primer blindado que llegó a la plaza del Ayuntamiento –cuenta Moreno- fue el Guadalajara. Este blindado, con tripulación exclusivamente extremeña, sería también el primero en arrancar hacia la vecina calle de los Archivos, cuando se nos indicó que allí había un nido de resistencia alemán. Pero los primeros disparos que las fuerzas aliadas efectuaron en París se hicieron desde el blindado Ebro, mandado por el canario Campos y conducido por el catalán Bullosa. Por las calles laterales de los Campos Elíseos y en las cercanías del Arco del Triunfo patrullaban Alfredo Piñeiro y Paco Izquierdo, a bordo de su blindado Fort Star. Este ultimo se quedó mudo cuando una muchacha, tras los besos y abrazos de rigor exclamó: ¡Eres el primer soldado francés al que beso!
Un periodista francés, Pierre Crenessé, que entrevistaba en directo para la radio clandestina en el Ayuntamiento a uno de los soldados franceses llegados a la ciudad, al introducir en la entradilla de la entrevista a un francés de pura cepa, venido de muy lejos para liberar la madre Patria, se oyó responder: Señor, soy español, directamente en castellano. “
Este fue el principio del fin del III Reich y de la Italia fascista, ambos gobiernos que por analogía política ayudaron a los golpistas españoles a ganar la cruenta guerra que asoló los campos de España.
Mientras en Europa se abría un camino a la libertad (desgraciadamente una parte de Europa, la del Este quedaría bajo otro gobierno totalitario y tardaría años en recobrar su libertad) y se juzgaban a los nazis por los crímenes cometidos contra la humanidad, aquí en nuestro país se juzgaba y condenaba a los demócratas; una vez más eran aniquilada las ideas liberales, la España de Lorca, Machado, Miguel Hernández y tantos otros era condenada al olvido y otra vez más triunfó la España de Torquemada, la de los Sambenitos, la de la hoguera purificadora, y hordas de pájaros de mal agüero vestidos de negro o azul recorrieron toda la geografía de esta España herida, borrando del mapa todo vestigio de progreso; la España rural anclada en la Edad Media, que no vio pasar el tren de la Revolución Industrial, seguiría varada en espera de mejores tiempos; en fin por enésima vez la España negra de la Inquisición nos heló el corazón , esa España Nacional-católica que aún perdura en muchos pueblos.
Y hoy en el 2008, aún nos queda mucho por hacer para conseguir una sociedad más justa, democrática, ilustrada… y metamos en un museo, o mejor en el cubo de la basura, todas las ideas totalitarias y fanáticas que tanto daño nos han hecho a lo largo de la historia. Un saludo
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hace 11 meses
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