Quien pudiera pisar
La tierra garrovillana,
Para poder acompañar
En esta mayor Semana.
A San Juan y la Magdalena
Compañía de esclavitud,
Por las calles garrovillanas
Acompañando a Jesús.
A ese dulce nazareno
Del huerto de los olivos,
Que por treinta y tres monedas
Por su amigo fue vendido.
Y un juez cobarde y tirano
Ante un pueblo enardecido
Lo coronan y lo azotan
A una columna amarrado.
Y viendo que no podía
Contra la orden del Cesar
Lo cargaron con la cruz
Y firmaron la sentencia.
Aquí la pluma se para
El cuerpo siente el temor,
En encuentro que han tenido
En este cuarto dolor.
¡HO pueblo de garrovillas!
Contempla piadosamente,
Que Madre e Hijo se encuentran
Caminito de la muerte.
Por culpa de las escrituras
Sacerdotes y fariseos,
Reyes y patriarcas
Lo han convertido en reo.
Por enseñar a este mundo
Obras de misericordias,
Que no podrán borrarlas
Quedo escrita en la historia.
Dar de comer al hambriento,
Dar posada al peregrino,
Dar de beber al sediento
Y, remediar al cautivo.
Por liberar a los hombres
De la esclavitud del mundo
Por culpa de nuestros pecados
Murió como estaba escrito.
Y, aquí termina la historia
De esta semana mayor,
Siete día, siete puñales
A la madre del salvador.
T. P. V.
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