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Las de Ceclavín hacen lo que quieren

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  • Este debate tiene 0 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 9 años por cesar.
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    cesar
    Superadministrador

     Mi madre siempre dice la verdad. Y la dice aunque nadie se la pida. Yo creo que eso, más que sinceridad, es temeridad. A veces le afeamos su manía de hablar tan claro y ella se rebela y dice que ni se callará ni endulzará la realidad con pamplinas, que para eso es de Ceclavín. Ceclavineros, gente acostumbrada a «vivir libertino, sin reconocimiento ni subordinación». No lo digo yo para referirme a mi madre, aunque podría hacerlo. Lo escribió en 1755 don Ramón de Larumbe y Muñoz, Intendente de Extremadura. Y lo hizo a raíz del «único motín protagonizado por contrabandistas en la España dieciochesca», en palabras del profesor de la UEx Miguel Ángel Melón Jiménez. Ese motín tuvo lugar en Ceclavín el 15 de enero de 1755, cuando el administrador de rentas de Alcántara y sus escopeteros pretendieron registrar el domicilio de unos conocidos contrabandistas apodadados los Luceros. El pueblo se rebeló ante tamaña tropelía. Más de 600 ceclavineros armados de escopetas se amotinaron, sitiaron el mesón donde se habían guarecido el administrador y su partida y dispararon a mansalva contra sus puertas y ventanas. La autoridad y su equipo pudieron escapar de Ceclavín gracias al cura, que sacó al Santísimo y a las gentes de Hacienda bajo el mismo palio. La autoridad y su equipo pudieron escapar de Ceclavín gracias al cura, que sacó al Santísimo y a las gentes de Hacienda bajo el mismo palio Quince días después, empezaron a llegar a Ceclavín 1.300 soldados, que sometieron el pueblo a toque de queda y levantaron un patíbulo y una horca en la plaza. Pero la excepcionalidad de tal medida no provocó demasiados quebrantos en la población. En Ceclavín (3.763 habitantes) se habían quedado solo los labradores, unos 400, y poco más. Centenares de mochileros del pueblo con más contrabandistas de Extremadura se habían refugiado en los pueblos portugueses de Salvaterra do Estremo y Segura, dejando sus mercancías a buen recaudo en el convento de clausura del pueblo. Cuando la autoridad registró el convento, las monjas dieron enrevesadas explicaciones sobre los cofres llenos de mercancía que guardaban y complicaron la toma de decisiones. El motín acabó con diversas condenas, pero la mayoría de los condenados habían escapado y el responsable de las tropas, Bernabé de Armendáriz, acabó muriendo en Ceclavín ese verano por el calor. La fama de contrabandistas indómitos se extendió por Extremadura y ceclavinero se convirtió en sinónimo de levantisco e indomable. Me contaban el otro día en Garrovillas que Madoz, en su diccionario estadístico en 1850, recoge que, en Garrovillas, las colmenas se situaban a resguardo de altas tapias para que no las robaran los de Ceclavín. Y añadían los garrovillanos: «Cuando una mujer es de armas tomar, decimos que parece ceclavinera». Precisamente con Garrovillas tiene que ver otro levantamiento popular acaecido en Ceclavín el año 1903. En esta ocasión se trató del intento de linchamiento de los asesinos de Agustina la Garrovillana. A esta mujer viuda (su marido había sido víctima del crimen de la Cruz del Señorito, también en Ceclavín y cometido por unos portugueses), la mataron Antonio y Félix, que entraron en su casa a robar tras abrirles la puerta Pilar, sirvienta de la Garrovillana y novia de Antonio. Cuando Antonio y Félix, ya detenidos, eran llevados a Alcántara, Ceclavín se lanzó a la calle para lincharlos, aunque la Guardia Civil lo evitó. Aún hay otro motín. Este sucedió durante las elecciones legislativas de 1918. Por el distrito de Alcántara contendieron el rico terrateniente conservador Antonio Garay y el liberal regionalista Antonio Elviro. La compra de votos por parte de Garay fue la tónica de la jornada electoral, menos en Ceclavín, donde un apoderado de Elviro, acompañado de notario, impidió que se pagaran entre 25 y 50 pesetas por cada voto conservador. Los ceclavineros entendieron que tanta honradez los discriminaba, se amotinaron y destrozaron las urnas. ¿Entienden ahora por qué he dejado de recomendar a mi madre que modere su sinceridad? Es de Ceclavín y va a hacer lo que le venga en gana. http://www.hoy.es/extremadura/201503/11/ceclavin-hacen-quieren-20150311003058-v.html

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