Me pide mi amigo Fernando Jiménez García, que como él no utiliza estos medios, haga público su agradecimiento y el de toda su familia por las muestras de cariño recibidas por la pérdida de su hermano José María, «el chato»; acontinuación publico su escrito:
«Quiero agradecer en mi nombre y en el de toda mi familia, el calor, apoyo y las muestras de condolencias demostradas por tantas y tantas personas que de una forma u otra han querido rendir su último adiós a mi hermano José María, “el chato”.
La demostración del cariño que se le tenía, no solo por garrovillanos, desde el momento de conocerse la fatal noticia, nos ha desbordado a todos. Seguramente es el fiel reflejo de lo que durante toda su vida fue. Una persona entrañable, amigo de todo el mundo y a quien, salvo cuando se hablaba de su Atlético, nunca tuvo una descalificación para nada ni para nadie.
Desde estas líneas quiero reconocer el trabajo que realizó con Virgilia –nuestra madre- cuando ella más lo necesitaba; el mismo que durante los últimos tiempos ha dedicado a Fernando y Claudia sus nietos, sí, sus nietos aunque no lo fueran por línea directa.
José María seguirá por mucho tiempo formando parte de “las once” de los sábados y los domingos, seguirá laguneando en el pensamiento de muchos de nosotros, echará la partida con sus amigos, incluso algunos se tomaran la “espuela” invitada por Él, si no a su salud, si en su memoria.
Fue bueno hasta para dejarnos, si algo me atreviera a pedirle -si me lee- es que podría haber aguantado algunos “añinos” más, pero nuestro final cada uno lo llevamos escrito desde el día de nuestro nacimiento. Su forma de ser seguro que estuvo influida por aquello que aprendió en el seminario, cosa que le gustaba rememorar y que aprovechaba la menor ocasión, -siempre después de las cinco-, para cantarnos algún tedeum.
El Altozano y sus vecinos seguro que lo echarán de menos; de quienes quiero hacer una mención especial por el comportamiento que siempre y hasta en el último momento tuvieron con y hacia Él.
Gracias nuevamente en nombre de toda la familia, hermanos, sobrinos, tíos, cuñadas, “nietos”, gracias por la demostración de cariño que se le tenía.»
Fdo. Fernando Jiménez García.
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