Ferias de San Mateo 2014

San Roque se despide

No, no temáis, no es tan fácil librarse de mí, además no quiero tampoco, de momento, darle el gustazo a quienes mis peroratas más que divertirles les provoca cierta desazón y encono. Lo que pasa es que después de algún tiempo abandonadas mis obligaciones celestiales, me han enviado recado con Gabriel, patrón de los carteros, que una vez cumplimentado mi amigo Mateo, al santo y algún que otro conocido, por aquello de la onomástica, debo subirme para seguir desempeñando el nuevo oficio en el que me he diplomado; me he dedicado estos meses que llevo por la tierra; porque me baje para echarle una mano a mi amigo Fermín por aquello de los encierros y entre toros, verbenas, estar con mi compañera Altagracia en su día, las ferias de San Mateo y demás no he vuelto a dar el parte laboral a mis jefes. Como digo me han tenido de agente de bolsa: “coge la bolsa y ve a por patatas”, “ahora coge la bolsa y vete a por el pan…”, en fin, lo que su propio nombre indica “agente de bolsa; pues resulta que allí arriba necesitan un mozo de los recados y me acercaré a echarles una mano.

Mira que me va a costar irme, porque además ahora que me he acostumbrado a mi nuevo domicilio en la calle Gabriel y Galán, que además como está todas las mañanas la puerta abierta, siempre hay algún devoto o curioso que nos hace una visita a los que compartimos multipropiedad en lo que según dicen fue la ermita vieja. Aunque los últimos días no hemos pegado ni ojo. Lo de los “cacharritos” de la feria no sé si será el último año que estén en la Plaza, pero parece que se estaban despidiendo. ¡”Valienti tupa de decibelius que nos han metiu pal cuelpu pa sel el primel añu que enferiamus cassa”!

El domingo por la mañana estábamos todos “comu embuecius” y nos propusimos ir a almorzar a casa de nuestra compañera la Virgen de la Soledad, si lo del ruido de la noche había sido insoportable, había que ver el estado en el que se encontraba la avenida a la que da nombre nuestra compañera; más que avenida de La Soledad parecía “el bulevar de La Suciedad”. Si yo entiendo que lo de los “cacharritos” sobran en La Plaza, viendo el estado en el que estaba la citada calle, es motivos por añadidura para más pronto que tarde solucionar el asunto. No queda ahí la cosa, ha habido momentos en los que la porticada tenía más camiones, “rulotes” y “flagonetas” que atracciones para el personal, pero… Eso claro sin entrar a hacer de agorero y velar desde mi posición de Santo Patrón porque no ocurra nada parecido a algún hecho reciente que se ha producido en una atracción de feria; parece ser por falta de seguridad. En vuestras manos lo dejo.

Otra cosa que me resulta curiosa es lo de poner vasijas de plásticos llenas de agua en las puertas de las casas y en las esquinas, según me han dicho para evitar que los canes miccionen en ellas; así que claro mi San Bernardo, que al hombre le pasa como a mí y tenemos la vejiga fácil por aquello de la próstata, lo pasa fatal y últimamente me he tenido que gastar parte de la pensión en gasas para perros, pues no utilizo los de un solo uso porque me parece un dispendio. Las vasijas para tal fin conviven en armonía con los numerosos vasos de plásticos que los “botelloneros” van dejando por doquier en el suelo y las ventanas del pueblo después de su ingesta líquida, con o sin alcohol, pero lo que si le falta es un tanto de decoro y civismo; ¡los mayores es que somos ya un poco “begiguera”! pero lo que a nosotros nos sobra de “quejhosus” a ellos les falta de respeto. Luego dicen que son “mu ecologistas, ¡pos menus mal “!

Referente a los festejos de Mateo como casi cada año, encomiable la dedicación de todos, y digo todos sin exclusión, aquellos que con su tiempo y dedicación hacen del sábado una jornada interesante; los hay quien en lugar de agradecer la colaboración aprovechan para echarse sobre si unas loas y alabanzas propias. “Pa una vez que maté un perru me llamarun mataperru”. El domingo me parece a mí que sobra en cuanto a llamarlo Feria, salvo alguna actuación en el Corral de Comedias -al cual podrían habilitar la entrada principal con el fin de evitar molestias tanto, a los protagonistas como a los espectadores con el entrar y salir por la puerta junto al escenario-. El resto de la jornada como un domingo más, salvo los ruidos, el chocolate, los churros y algún llanto de algún infante por “sacarli una perrina a los padris o a los aguelus pa los cochis choconis”.

Voy a ir terminando que me tengo que subir. Si me dejan vendré a felicitar a las Purificaciones y a la Benemérita.

Como siempre me aprovecho de personajes más listos que yo, hoy os voy a recordar a un tal Félix María de Samaniego, famoso por su fábulas, él y yo tenemos en común dos cosas, donde yo nací, Francia, el realizó los estudios y como yo también usa la sátira y la crítica mordaz, pero en su caso siempre con alguna enseñanza digna de ser recapacitada. Voy a recordaros la famosa fábula de “el cuervo y el zorro” que dice así:

En la rama de un árbol,/bien ufano y contento,/con un queso en el pico, estaba el señor Cuervo./Del olor atraído,/un Zorro muy maestro/le dijo estas palabras/un poco más/ o menos:/“¡Tenga usted buenos días,/señor Cuervo, mi dueño!/¡Vaya que estáis donoso,/mono, lindo en extremo!/Yo no gasto lisonjas,/y digo lo que siento;/que si a tu bella traza/corresponde el gorjeo,/juro a la diosa Ceres,/siendo testigo el cielo,/que tú serás el Fénix/de sus vastos imperios”./Al oír un discurso/tan dulce y halagüeño,/de vanidad llevado,/quiso cantar el Cuervo./Abrió su negro pico,/dejó caer el queso./El muy astuto Zorro,/después de haberle preso,/le dijo: “Señor bobo,/pues sin otro alimento,/quedáis con alabanzas/tan hinchado y repleto,/digerid las lisonjas/mientras yo digiero el queso”

Quien oye aduladores, nunca espere otro premio.

Julio Saavedra Gutiérrez