»El Convento desamparado’ , de El Lince con Botas 3.0

Al convento compañero de penurias.

    No pretendo ni por asomo que mi idea se comparta, pero si no la expongo reviento.

    He visto no sé cuantas veces el programa de “el lince con botas 3.0” sobre el tan traído y llevado “el convento desamparado”.     Pues cada vez que lo visiono tengo sentimientos distintos y que ha ido cambiando en los últimos tiempos.

    Por aquello de que los dos seamos joyas arquitectónicas, siento un inmenso dolor por el estado actual y sobre todo porque en los últimos tiempos su deterioro ha ido en aumento.

    Ahora bien, dicho esto y después del trabajo que se ha hecho, por entre otros José María Martín, sobre cómo podría quedar su restauración; me cabe la duda de querer que nuestro Convento de San Antonio de Padua se convirtiera en una especie de San Francisco como el de Cáceres.

    Voy a explicar mis razones, las que como he dicho no tienen por qué ser compartidas, e incluso habrá quien las rebatas y debatas, sí, pongo las dos por si algún erudito de los que pululan por el pueblo y que se dedica a leer entre líneas y sacar hasta más mínima errata y hacer de ella su caballo de batalla y llamar poco menos que analfabeto a quien en un lapsus de teclas, o incluso una mala jugada del correcto, pueda confundir “fundamentales” con “fundacionales”. ¡Vaya pecado! Cosa que  quiere corregir y se hace “la pi… un lío”. Sí, sé lo que son Estatutos Fundamentales e incluso algunos he confeccionada, y registrado en el Registro de Asociaciones y todos tenían el mismo carácter, o social o cultural. Tanto las palabras rebatir como debatir, por si alguien no lo sabe son palabras parónimas. Yo no lo sabía lo he buscado en el diccionario y no de internet, de casa.

    En fin que quería yo dar las razones por la que nada tiene que ver nuestro convento con su homónimo en Cáceres.

    Primero y principal por la situación, no es lo mismo estar en la Capital de Provincia que en cualquiera de los pueblos de la Región. Segundo, porque aunque el chovinismo nos ciegue hay claras diferencias arquitectónicas. Cómo y con qué se le iba a dar actividad. Con qué dinero se iba a mantener una vez conseguido lo que todos hemos soñado alguna vez lo que podía ser. Me parece a mí que son muchas preguntas; y más que no pongo por no aburrir, y sobre todo por tener una difícil respuesta.

    Me daría por satisfecho y seguro que mucho de vosotros también con que se limpiara, se adecentara, se dejara visitable, que eso sería otra cosa el cómo y el cuándo, se restaurara todo aquello que pudiera acarrear mas deterioro del que ya tiene, incluso no gustándome mucho se creara un centro de interpretación en el cual se pudiera ver cómo fue y la actividad y que tuvo, el porqué está como está…

    Muchos ejemplos tenemos, desde el Partenón de Atenas pasando por la ciudad santa de Roma y hasta el teatro romano de nuestro cercano Medellín.

    Con que estuviera como cualquiera de las “ruinas” que he mencionado anteriormente me daría por satisfecho.

    Espero no deteriorarme tanto como él, y eso que ya tiene algún título más que yo.