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¡Explora, conecta y disfruta de nuestra rica historia visual!Reseña sobre la fiesta de San Antón en Garrovillas.
Reseña sobre la fiesta de San Antón en Garrovillas.Enviado por Jose Maria Martin el 11 Enero, 2014 – 14:39.
Inicialmente podemos considerar la fiesta de San Antonio Abad, denominado popularmente San Antón y patrón de los animales, desde varios puntos de vista: por un lado destacamos el carácter religioso, unido a otros Santos que rememoramos con nuestras fiestas cada año, obligatoriamente debemos citar a nuestro patrón San Roque, y también a San Mateo, celebrado con la feria; pero a su vez estas fiestas se corresponden con el calendario natural agrícola, presente ya en tiempos prerromanos, posteriormente las Paganalias romanas coinciden en cronología con la celebración de San Antón, era la fiesta que los romanos dedican a la purificación del pagus, del campo en definitiva, destacamos la presencia del fuego.
En Garrovillas la festividad de San Antón, está unida en el ciclo agrícola a la recogida de la aceituna; San Roque, a la recogida de la cosecha; y el final del ciclo natural lo culmina la Feria de San Mateo, donde se vendían animales y aperos, coincidiendo con la preparación del barbecho para el siguiente año agrícola.
En la documentación aparece en sus inicios denominada Cofradía del Bendito y Glorioso San Antonio Abad (1697), estudiados en la obra del Párroco Nicolás Rivero Porras: Cofradía del Bendito y Glorioso San Antonio Abad en la Parroquia San Pedro Apóstol, (aunque también se recoge el sentido de Hermandad, como aparece en las ordenanzas); con posterioridad se denomina Hermandad de San Antón Abad (desde 1848), nombre que mantiene en la actualidad, estudiado en la obra del Profesor Javier Marcos Arévalo: Los rituales festivos. Patrimonio inmaterial, aplicación didáctica y propuesta de investigación en Extremadura.
Las ordenanzas recogen lo siguiente:
“Nos, el licenciado Don Juan Carvajal Zambrano, Visitador, de la ciudad de Coria y su Obispado, nombrado por el Excmo, y Rvdmo: Don Juan de Porras y Atieza, por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica Obispo de dicho Obispado, del Consejo de su Majestad. Por mi han sido vistas y examinadas las Constituciones y ordenanzas que constan de 26 capítulos, que se incluyen las once hojas antecedentes, hechas por los Oficiales de la Cofradía del Glorioso San Antonio Abad de esta su hermandad.
Es término de la Villa de Garrovillas, y no hay en ellas cosa que desdiga contra la Santa Fe Católica y las buenas costumbres. En honra y gloria de Dios y del Glorioso San Antonio Abad y salvación de las almas de los hermanos de dicha Cofradía, siendo de nuestra jurisdicción ordinaria los aprobamos en todo y por todo, excepto en cuanto no se reelija segunda vez la Mayordomía, porque preceda licencia especial; de Su Ilustrísima, el Obispo mando no se opongan a ninguno de lo mandado de vivir en derecho parroquial y que estos hermanos de dicha hermandad los guarden y cumplan y ejerzan en todo y por todo debajo de las penas en ellas impuestas[…]”[1].
El papel social de estas organizaciones era muy importante, en una situación socioeconómica donde un sistema de protección social es inexistente y la vida cotidiana estaba llena de carencias y penurias de todo tipo, estas organizaciones ayudaban a los vecinos a pagar gastos médicos, entre otros, como se recoge seguidamente.
“Cuenta que se toma a Diego del Valle, de un año que ha sido Mayordomo del Señor San Antonio Abad, 17 de enero de 1726 a 17 de enero de 1727 […] Censo de Salamanca, 15 reales que pagó al Hospital de Salamanca dado a su apoderado Diego de Lamas García […]”[2]
Para explicar el completo desarrollo de la fiesta nos podemos ubicar en los años sesenta del siglo XX, y este periodo queda recogido por las letras, que con cariño, Teófilo Dominguez Declara[3] le dedica al pueblo de Garrovillas desde sus libros, tal como resumimos seguidamente.
Así desde 1967 la festividad de San Antonio Abad (17 de enero), se celebra el domingo más cercano a la festividad del Santo, pero el programa de actos comienza el viernes y termina en domingo. Los actos previos comienzan con el novenario, nueve días antes de su fiesta. Actualmente se celebra por la tarde en la iglesia, antaño se celebraba en la ermita del Santo, según se recoge en las cuentas de sus ordenanzas. Al inicio de cada novena se lanzan tres cohetes para anunciarla a los hermanos, pues esta hermandad está compuesta solamente por hombres, con lo que podemos denominarla como festividad de género.
Desde los años veinte del pasado siglo, el viernes se organiza una misa dedicada a los hermanos difuntos, posteriormente se celebra la junta, en la que se toman decisiones sobre funcionamiento y cargos de la hermandad (presidente, secretario, tesorero, vocal…), también en ella se designa al mayordomo, desde siempre se han compuesto coplillas y canciones con el nombre del mayordomo, y este acompañado de los sanantoneros, como se denominan los hermanos y amigos de San Antón, iban a la estación del río Tajo a recibir al tamborilero, al que se le daba a beber vino de una bota hecha con el pellejo de una cochina como recoge el profesor de Antropología de la Universidad de Extremadura, Javier Marcos Arévalo.[4]Mientras, en el pueblo, un señor con la tambora iba avisando de la llegada del tamborilero, esta costumbre ha desaparecido, aún en los años ochenta se esperaba al tamborilero a la entrada de Garrovillas, en el paraje denominado El taller del tio Daniel.
Actualmente no se celebra este recibimiento, sino que toda la hermandad viven juntos momentos festivos hasta altas horas de la madrugada, acompañados de la charanga hacen un pasacalles por todos los bares y calles del pueblo.
Ya el sábado comienza un pasacalles, cuyos focos principales serán la Plaza de la Constitución y la Plaza Colón; los actos continúan con una comida que comparten todos los hermanos, y tras esta, desde 1988 y hasta 2001, en la tarde del sábado se celebraban la lidia de vaquillas al estilo tradicional en las afueras del pueblo (se suspendieron en 1997 por una tormenta[5]), no se celebran desde el 2001 hasta el año 2009, cuando la hermandad recupera esta tradición hasta el presente. La hermandad se financia con este evento, con las cuotas de los hermanos, con las papeletas para la rifa de la cochinina de San Antón (cuya venta comienza en la fiesta de la Inmaculada Concepción), y con la rifa de los lotes que los garrovillanos donan al Santo al paso de la procesión.
Se termina en la plaza, donde los sanantoneros encienden una gran hoguera, designada localmente como minaría, con reminiscencias ancestrales, durante la minaria se tiran multitud de cohetes. Una banda anima la fiesta celebrándose un baile en la noche del sábado hasta bien entrada la madrugada. Ya el domingo, a las cinco de la madrugada, antiguamente en casa del mayordomo se reúnen los sanantoneros, la charanga sale por el pueblo a ejecutar la diana floreada, que dura hasta el mediodía, pues visita todas las casas de los hermanos, en las que estos son agasajados con dulces típicos y bebidas.
Al mediodía se celebra la misa en la ermita. Tras el acto religioso, en la plaza se organizan los juegos infantiles, piñatas, carreras de sacos y la cucaña, la farola metálica situada en la plaza (la columna), es untada de manteca y hay que recoger el premio que alberga en lo más alto. Además de la participación de los cabezudos, que corren tras la chiquillería repartiendo caramelos.
A las 15 horas sale la procesión que, desde la ermita, recorre las principales calles del pueblo. La imagen, llevada por los hermanos, se detiene en las puertas de las casas de las personas que dejan donativos y realizan ofrendas de todo tipo, especialmente productos de la matanza del cerdo, que los hermanos recogen y colocan en las andas. Al concluir la procesión, en la puerta de la ermita, o a cubierto si el tiempo lo impide, se realiza la subasta de dichas ofrendas. Acto seguido tiene lugar la rifa de la cochinina. Se ofrece como premio un cerdo de 10 u 11 arrobas, cuatro mazos de tripa, tres kilos de pimentón y un premio en metálico, el premio se entrega a posteriori, y el momento es aprovechado por la hermandad para organizar una gira, un día de campo compartido por toda la hermandad.
Finalmente, siguiendo los textos del Profesor Javier Marcos Arévalo, se puede calificar esta hermandad como comunitas, espíritu de grupo, en la que los sanantoneros están juntos durante todos los actos, dos elementos son actualmente destacables de esta festividad de género: la pervivencia del fuego, junto a la minaría, pólvora y cohetes; y el sentimiento de festividad colectiva de todos los hermanos en el fin de semana en el que se celebran las fiestas.
¡Viva San Antón Benditu¡
[1] Rivero Porras, Nicolás. Cofradía del Bendito y Glorioso San Antonio Abad en la Parroquia San Pedro Apóstol. Cáceres. 2009. Pág. 20. En esta obra el autor y Párroco de Garrovillas, desmenuza la documentación sobre la Cofradía de San Antonio, actualmente en el archivo diocesano de Coria – Cáceres. Legajo 47. 1697 – 1756.
[2] Idem.: Pág. 82.
[3]Domínguez Declara, T.:
Garrovillas de Alconétar. 1930 – 1940. La República y la Guerra Civil.
Garrovillas de Alconétar. 1940 – 1960.
[4] Marcos Arévalo, Javier. Los rituales festivos. Patrimonio inmaterial, aplicación didáctica y propuesta de investigación en Extremadura. Universidad de Extremadura. 2000.
[5] Periódico Alconétar. Enero Febrero. 1997.