2017 Pleno de enero

Tropezar y seguir tropezando

Muchas veces se ha escrito y hablado sobre aquello de «confundir lo público con lo privado» y añadiría yo: «y querer estar en todos los caldos como el ajo».

Lo digo por aquello de que un personaje público sea el ejecutor, administrador, guardés y publicador de un acto público que debería estar en manos de un funcionario, o persona aséptica e imparcial; me da lo mismo la categoría, el cargo e incluso la forma de compensar el trabajo que ello conlleva, ¡pero claro! Si se es parte interesada en alguna ocasión esa parte también puede estar desinteresada.

No, no aprendemos, luego vendrán aquellos que escribiendo al dictado quieran también responsabilizar a todos, incluida la oposición, de aquello que solo es responsable quien administra los recursos y debe velar por su imparcialidad, pero que también saben, y si no que se informen, que quien se ve incapaz, e incluso por decir más, está llevando al ostracismo, a la desidia, al abandono y aislamiento…, tiene medios para dejar que otros lo intenten.

No, tampoco recuerden tiempos pretéritos, aquellos tuvieron sus circunstancias y si tuvieron que pagar por algo lo hicieron, la actualidad es la que es, y no hace falta poner ningún ejemplo de cómo está, todos lo sabemos y todos somos responsables.